La Casa Consistorial de Burgos, también conocida como el Ayuntamiento, es un monumento emblemático situado en la Plaza Mayor de la ciudad. Este edificio neoclásico, que comenzó a construirse a finales del siglo XVIII, es una joya arquitectónica que destaca en el paisaje urbano de Burgos.
Historia del Ayuntamiento de Burgos
La construcción de la Casa Consistorial comenzó sobre lo que era la puerta de las Carretas. El arquitecto responsable de su diseño fue Fernando González de Lara, un escultor y arquitecto español de renombre que también trabajó en varias obras en la Catedral de Burgos. La piedra utilizada para su construcción provino de Hontoria de la Cantera, una piedra tradicionalmente utilizada en los grandes edificios burgaleses.
El edificio se inauguró el 17 de julio de 1791, marcando un hito en la historia de la ciudad. Antes de su construcción, las reuniones del consistorio burgalés se celebraban en la catedral y en el arco de Santa María. Con la inauguración de la Casa Consistorial, las reuniones se trasladaron a este nuevo y majestuoso edificio.
Fernando González de Lara: El Arquitecto Detrás de la Casa Consistorial
Fernando González de Lara, nacido en Ciadoncha en 1724 y fallecido en Burgos en 1796, fue el arquitecto responsable del diseño de la Casa Consistorial. Se formó en Valladolid y realizó el retablo mayor de la Iglesia del Salvador. Sin embargo, a finales de la década de 1850 ya estaba establecido en Burgos, ciudad en la que desarrollaría casi toda su carrera.
González de Lara tuvo un enorme prestigio como escultor y, sobre todo, como arquitecto. Desde 1772 era arquitecto supernumerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, a partir de 1777, arquitecto académico de mérito. A pesar de su éxito, sus últimos años estuvieron marcados por una merma de prestigio. Murió ciego y con apuros económicos, pero su legado perdura en la Casa Consistorial y en otras obras en Burgos.
Arquitectura y Diseño
La Casa Consistorial es un edificio de estilo neoclásico, caracterizado por su simplicidad y elegancia. La fachada del edificio está sostenida por seis enormes columnas y cuenta con un amplio pórtico con tres grandes arcos que unen la Plaza Mayor con el famoso paseo del Espolón.
El edificio consta de dos pisos con balcones y dos torres en sus extremos, cada una con un reloj. Los dos pisos están coronados por una balaustrada y en medio de ella sobresale el escudo de la ciudad. Las torres están rematadas en chapiteles de forja, aportando un toque distintivo al diseño general.
Las Inundaciones Históricas de Burgos: Un Recuerdo en las Columnas de la Casa Consistorial
Las inundaciones han sido parte de la historia de Burgos, una ciudad que ha visto cómo las aguas de sus ríos han rebasado sus límites en varias ocasiones. Dos de estas inundaciones, las de 1874 y 1930, han dejado una huella visible en la Casa Consistorial de la ciudad, en forma de marcas rojas en sus columnas.
Las Inundaciones de 1874 y 1930
Las marcas rojas en las columnas de la Casa Consistorial señalan el nivel que el agua alcanzó durante las inundaciones de 1874 y 1930. Estas inundaciones, causadas por el desbordamiento del río Arlanzón, inundaron viviendas, calles y plazas, causando daños significativos en la ciudad.
La inundación de 1874 fue particularmente grave. El agua llegó a alcanzar una altura de 2,75 metros en la Plaza Mayor, y se tuvieron que abrir zanjas en el Paseo del Espolón para evacuar el agua hacia el río Arlanzón.
La inundación de 1930, por su parte, se originó tras una fuerte tormenta que elevó el nivel de los ríos Arlanzón, Pico y Vena. El agua inundó calles, plazas y locales del centro de la ciudad, pero también parcelas enteras de las afueras y zonas del barrio de Villímar. El nivel del agua alcanzó 1,78 metros de altura en la Plaza Mayor.
Las Intervenciones Posteriores
Tras las inundaciones de 1874 y 1930, se llevaron a cabo varias intervenciones para prevenir futuras inundaciones. Se encauzaron los ríos Pico y Vena, se ensancharon algunas calles para evitar su colapso, y se construyeron dos embalses en el río Arlanzón, el Embalse de Arlanzón en 1933 y el Embalse de Úzquiza en 1989.
Estas intervenciones han sido efectivas, y desde 1930 no se han vuelto a repetir inundaciones tan dañinas en Burgos. Sin embargo, las marcas rojas en las columnas de la Casa Consistorial siguen siendo un recordatorio de las inundaciones históricas de la ciudad.
Las inundaciones de 1874 y 1930 son parte de la historia de Burgos, una historia que está marcada en las columnas de la Casa Consistorial. Estas marcas rojas son un recordatorio de las inundaciones que una vez asolaron la ciudad, pero también son un testimonio de la capacidad de Burgos para recuperarse y adaptarse a los desafíos que presenta la naturaleza.
Importancia Cultural
La Casa Consistorial no es solo un edificio administrativo, sino también un lugar de celebración de los acontecimientos más importantes de la ciudad. Desde sus balcones se proclaman eventos como el inicio de las fiestas de San Pedro, los carnavales y los triunfos deportivos.
Además, el edificio alberga varias obras de arte, incluyendo pinturas y orfebrería, que han sido restauradas y conservadas a lo largo de los años. Estas obras de arte añaden un valor cultural adicional a la Casa Consistorial, convirtiéndola en un verdadero tesoro de Burgos.
La Casa Consistorial en la Actualidad
Hoy en día, la Casa Consistorial sigue siendo el centro de la administración municipal de Burgos. Aquí se celebran las reuniones del Ayuntamiento y se toman decisiones que afectan a la vida diaria de los habitantes de la ciudad. Pero más allá de su función administrativa, la Casa Consistorial también se ha convertido en un punto de interés turístico.
La Casa Consistorial y la Renovación Urbana de Burgos
La construcción de la Casa Consistorial marcó el inicio de una renovación urbana en Burgos. La apertura del edificio en 1791 significó un cambio en la forma en que se utilizaba el espacio urbano en la ciudad. La Plaza Mayor se convirtió en un centro de actividad, con la Casa Consistorial como su pieza central.
Este proceso de renovación urbana continuó en los siglos siguientes, con la construcción de nuevos edificios y la mejora de las infraestructuras existentes. Sin embargo, a pesar de estos cambios, la Casa Consistorial ha mantenido su importancia y sigue siendo un punto de referencia en la ciudad.
La Casa Consistorial de Burgos es un testimonio de la rica historia y la vibrante cultura de la ciudad. Su arquitectura neoclásica, su ubicación en la Plaza Mayor y su papel en la vida de la ciudad la convierten en un monumento que vale la pena visitar. Ya sea que estés interesado en la historia, la arquitectura o simplemente en disfrutar de la belleza de Burgos, la Casa Consistorial es un lugar que no debes perderte.