El imponente Arco de San Esteban, es una joya histórica incrustada en el corazón de la ciudad de Burgos, y muy cerca de la iglesia con la que comparte nombre, la Iglesia de San Esteban.
Este monumento destaca en el lienzo de la historia, preservando siglos de esplendor y resistencia de esta puerta de la antigua Muralla de Burgos, que protegía los antiguos barrios de San Gil y de San Esteban, llegando hasta el Castillo de Burgos.
Arco de San Esteban, una Joya del siglo XIV
Esta maravilla arquitectónica, obra del maestro alarife Mohamed, erigida en el siglo XIV, es un fascinante remanente de las antiguas fortificaciones de la ciudad, un testamento elocuente de su pasado defensivo y sus históricas tradiciones comerciales. En sus tiempos de gloria, este arco monumental, flanqueado por dos torres, formaba parte de la muralla de la ciudad junto a las doce puertas de entrada a la ciudad, descubriendo un papel estratégico clave como vía de acceso para las mercancías procedentes del norte.
El arte mudéjar de la Puerta de San Esteban
La puerta de San Esteban es obra de alarifes moriscos, estos hábiles artesanos, imprimieron en su obra un refinado estilo mudéjar, claramente influenciado por las tradiciones arquitectónicas toledanas. Este portal monumental no es una estructura simple, sino un conjunto simbólico defensivo.
El Arco o puerta de San Esteban, tiene un doble arco de herradura interior y otro exterior, con un espacio intermedio que antiguamente albergaba el rastrillo o peine. Las esbeltas torres de planta cuadrada que flanquean el arco con una galería de seis arcos, complementan a la perfección este majestuoso diseño.
La construcción del arco es una celebración de la versatilidad de los materiales, fusionando mampostería y ladrillo, este último especialmente destacado en arcos y ventanas de medio punto, en los ángulos de las torres y para separar las hiladas de piedra.
La bóveda interior, con su techumbre adornada con dos arcos de herradura adicionales, es una brillante muestra de la elegancia del estilo mudéjar que caracteriza a esta obra. Actualmente, una escalera metálica, adosada a la muralla, nos permite ingresar por el adarve al interior del arco, atravesando la puerta de medio punto abierta en el paramento lateral de la torre Norte
El Arco de San Esteban ha sido un testigo mudo pero elocuente de la evolución de la ciudad. Su función no se limitaba a la defensa, sino que también acogía diversos usos municipales. Entre sus muros, se custodiaban los presos y medidas de la ciudad, y en sus alrededores, hasta el siglo XVI, se extendía el bullicioso mercado de pescado.
Hoy en día, el arco de San Esteban, sigue capturando la imaginación de los visitantes y se ha convertido en un imán para los amantes de la historia y la arquitectura. Cada piedra, cada detalle de su estructura, nos habla de su pasado y nos invita a sumergirnos en la historia cultural de Burgos.
Si tienes la oportunidad de visitar esta maravillosa ciudad, te animo a que te detengas un momento frente a la Puerta o Arco de San Esteban, un punto donde el pasado y el presente convergen para narrar la historia de una ciudad y de un país.
En resumen, este tesoro burgalés, es más que un simple monumento, es una puerta al pasado que nos invita a un viaje en el tiempo para descubrir los secretos y narrativas de la rica historia de Burgos y España.
Cada rincón tiene una historia que contar, una leyenda que descifrar. Sin lugar a dudas, es un emblema que merece ser explorado.